Es primavera
en octubre
y te marchaste.
Quisiera oír tu voz
pero el teléfono
ha enmudecido.
Con ansiedad
espero una
palabra tuya,
pero la página
abierta para ti,
permanece en blanco.
Busco tu imagen
en la carretera
pero tu ruta
se ha desviado.
De pronto
se extinguieron
las palabras
y se diluyeron
todos los suspiros.
Era la primavera
que soñamos
en las frías mañanas
de junio;
sin pensar que te irías
antes de que germinaran
las flores
de los ciruelos.
las flores
de los ciruelos.
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